
¿Y si los trabajos que conocemos hoy desaparecieran en unos años? En Malasia, se habla con fuerza de esta posibilidad. Los expertos advierten que la inteligencia artificial no solo está reconfigurando tareas, sino que también exige nuevas habilidades y una mentalidad abierta al cambio. Y aunque parezca un asunto lejano, lo cierto es que como padres inevitablemente pensamos: ¿cómo afectará esto al futuro de nuestros hijos?
¿Cómo afecta la IA al empleo en Malasia?

Según un informe citado en The Star, un 63% de los trabajadores en Malasia temen que la IA pueda reemplazar su puesto en los próximos tres a cinco años (ver informe). A la par, se estima que alrededor de 620,000 empleos corren alto riesgo de volverse obsoletos por la automatización, pero también se identifican 60 nuevos roles emergentes en los que un 70% están relacionados con tecnologías digitales y de IA (ver análisis). ¿Lo irónico?: no perdemos trabajos, ¡los transformamos!
Cuando leemos estas cifras, es fácil sentir un nudo en el estómago. Sin embargo, la clave está en ver que cada cambio también abre ventanas. Así como los abuelos se maravillaban con la radio y los padres aprendieron a convivir con la computadora, ahora nos toca a nosotros preparar a los pequeños para convivir con herramientas inteligentes que aún están tomando forma. ¡Imaginen la emoción de ver cómo sus mentes exploran territorios digitales desconocidos!
¿Cómo criar hijos resilientes para la era de la IA?

Aquí es donde la reflexión se vuelve cercana. Nuestros hijos, que hoy juegan, dibujan y preguntan sin parar, crecerán en un mundo donde la IA será tan común como el lápiz o la bicicleta. ¿Sabían? En Malasia, casi todos los trabajadores creen que mejorar sus habilidades en IA tendrá un impacto positivo en sus carreras, desde mayor eficiencia hasta ascensos más rápidos (leer más). Esa mentalidad de aprendizaje continuo es algo que podemos empezar a cultivar desde la infancia.
Ayer, mi hija usó IA para dibujar un dinosaurio bailarín y pasamos la tarde creando una historia sobre él. ¡Fue increíble ver cómo su imaginación explotaba con esta herramienta! No se trata de adelantarles cursos técnicos, sino de ¡Vamos a regalarles superpoderes: curiosidad + perseverancia! Algo tan sencillo como armar un rompecabezas en un día nublado se convierte en metáfora: no importa lo complejo, con pasos pequeños se avanza y se disfruta del proceso. Estas habilidades digitales serán claves en su futuro laboral.
¿Pantallas o experiencias? El equilibrio para hijos digitales

Pensemos en esto: ¿qué tal si en lugar de ver las pantallas como enemigos, las transformamos en ventanas de descubrimiento? El debate sobre cuánto tiempo deben pasar los niños frente a dispositivos es eterno. Pero más que prohibir, podemos enseñar a usarlos con propósito. Si la IA será parte de sus futuros trabajos, ¿por qué no mostrarla como una herramienta de exploración en lugar de simple distracción? Como cuando mezclamos kimchi en tacos: así la IA combina lo conocido y lo nuevo para crear experiencias increíbles.
Eso sí, la clave es el balance. Después de un rato con herramientas de IA como aliadas en el aprendizaje, salir a correr, saltar o simplemente mirar las nubes mantiene vivo ese contacto con el mundo tangible. Al fin y al cabo, la creatividad se nutre tanto de lo digital como de lo natural. En mi hogar, usamos IA como la abuela usa recetas: con cariño pero innovando, siempre buscando ese equilibrio entre tradición y futuro.
¿Cómo aprender juntos en familia ante la incertidumbre?

En Malasia, más de la mitad de los trabajadores confían en que sus empleadores invertirán en capacitaciones para adaptarse a la IA (ver nota). Esa confianza en el aprendizaje continuo es un espejo para nosotros: como padres, también podemos generar un ambiente donde equivocarse esté permitido, donde se premie la curiosidad más que la respuesta correcta.
Imaginemos un pequeño juego en familia: cada quien inventa un problema imposible y el resto debe proponer soluciones locas. Entre risas, lo que en realidad se cultiva es la flexibilidad mental, la misma que ayudará a nuestros hijos a navegar trabajos que ni siquiera existen todavía. ¡Qué emoción ver cómo sus mentes exploran soluciones creativas!
Conclusiones: futuro IA con esperanza y aprendizaje

La conversación sobre la IA en Malasia nos recuerda una verdad universal: los trabajos cambian, pero la esencia humana de aprender, adaptarse y soñar permanece. Si cuidamos de que nuestros hijos crezcan confiados, curiosos y resilientes, estarán listos para abrazar las oportunidades que este nuevo mundo trae.
Quizás dentro de unos años, al verlos diseñar algo que hoy ni imaginamos, recordaremos estas preocupaciones con una sonrisa. ¡Imaginen diseñar robots con ellos entre risas! Y en ese instante, entenderemos que más que temer al futuro, lo que realmente importa es acompañar a nuestros pequeños a construirlo con esperanza y alegría. ¿Qué huella única humana podrán aportar ellos que la IA jamás imite?
Source: AI and job transformation in Malaysia: What’s next?, The Star, 2025-08-24 23:00:00
