
¿Alguna vez has visto a un niño descubrir algo nuevo y pensar: ‘¡Nadie me enseñó esto, lo encontró solo!’?
¡Imagina mi sorpresa al descubrir que la IA ya supera a personas comunes en tareas no físicas, según Jeff Dean, científico jefe de Google DeepMind! Pero tranquilo, no es una carrera que nuestros hijos pierdan. Al contrario: es una oportunidad para que su curiosidad natural despliegue su magia aún más. Imagina a un grupo de pequeños explorando el mundo con los mismos ojos que un niño cuando ve una mariquita por primera vez; eso es lo que importa.
¿Realmente ‘supera’ la IA? Los matices que los padres no deberían pasar por alto
Jeff Dean explica que la IA vence a la persona promedio en áreas como resolver problemas complejos o analizar textos, pero no a los expertos mundiales. Es como un niño que aprende a hacer puentes con bloques: al principio, construye mejor que un adulto distraído, ¡pero en un taller guiado por un arquitecto, descubre su verdadero potencial!
Un estudio en Nature muestra que combinar humanos e IA a veces baja el rendimiento: en detectar reseñas falsas de hoteles, los equipos humano-IA obtuvieron 69% de éxito versus 73% de la IA sola. ¿La razón? Intervenimos sin entender cómo funciona, como cuando corregimos los dibujos de un hijo con tanto entusiasmo que le quitamos la magia de su creación.
La clave no es competir, sino dejar espacio para que ambos desplieguen su magia por separado.
Pero aquí surge la pregunta más crucial…
El error silencioso que todos cometemos con la IA (y cómo evitarlo)
Pensemos en esto: si la IA resuelve un problema de ciencia, ¿nos apresuramos a decirle a nuestro hijo ‘mira la respuesta’? Eso es justo lo que mostró un análisis de exámenes escolares: al igual que los estudiantes, cuando nuestro cerebro está agotado, cometemos más errores… ¡pero la IA no se cansa!
¡Aquí está el detalle! Cuando usamos la IA para aprender, debemos convertirla en un salto a la exploración física, no en la meta final. Por ejemplo, tras resolver una pregunta sobre plantas, llevemos a los niños al parque a observar hojas.
Un estudio revela que los modelos actuales igualan puntajes humanos en tests de inteligencia, pero no capturan esa terquedad dulce cuando insisten en armar su torre de bloques.
Como padres, nuestro mayor regalo es recordar: la tecnología no mide su asombro al ver una mariposa.
Nutriendo su chispa: 3 ideas para transformar la IA en aventura familiar

Imagina esto: en lugar de que la IA dé respuestas, ¡hagamos que genere preguntas!
- ¡Ciencia con sabor a galleta! Pide a una herramienta: ‘Sugiere experimentos con ingredientes de cocina’. Anoche, mi niña y yo probamos cómo la miel afecta el crecimiento de moho en pan… ¡Y mientras esperábamos, reímos con su teoría de que los hongos ‘bailan’!
- El paseo con preguntas: Al caminar al parque, usa IA para crear un ‘mapa del tesoro’ con preguntas locales: ‘¿Qué insecto vive bajo este árbol?’. El objetivo no es la respuesta rápida, sino detenerse a mirar juntos.
- Historias con final abierto: Si la IA escribe un cuento, pídele al niño que añada un giro: ‘¿Y si el héroe fuera un zapato viejo?’. Como dice un viejo dicho en mi familia: ‘La mejor historia nace de manos pequeñas que dibujan al margen del papel’.
Esto no sustituye el juego libre, sino que lo enriquece. Como cuando la brisa suave invita a volar cometas: la IA debe ser ese viento de apoyo, no el diseñador del juguete.
Confianza tranquila: Por qué su futuro es brillante con la IA
Demis Hassabis, CEO de Google DeepMind, cree que la IA superará a humanos en descubrimientos pronto… pero hay un detalle hermoso. Los estudios advierten que comparar IA con humanos es como medir lluvia con una regla: útil, pero incompleto.
Nuestros hijos desarrollarán habilidades que ningún algoritmo tocará: la calidez al consolar a un amigo, la creatividad al inventar juegos en el patio, la resiliencia al caerse y volver a intentar.
Hace poco, vi a un grupo de niños convertir charcos en ‘océanos para barcos de hojas’ tras la lluvia ligera. Esa imaginación nace de experiencias reales, no de datos.
Como padres, respira hondo: el equilibrio no es evitar la IA, sino proteger esos momentos de asombro donde su humanidad florece.
Al final, no criamos ‘usuarios de tecnología’, sino seres capaces de preguntar: ‘¿Qué más podemos crear juntos?’
Reflexión final: El verdadero superpoder que llevan dentro

Dean evita hablar de ‘AGI’ porque cada persona lo define distinto… ¿no pasa igual con ‘ser buen padre’? Para mí, es sembrar preguntas, no solo respuestas.
La próxima vez que uses una herramienta inteligente frente a tu hijo, invítalo a ser juez: ‘¿Crees que esta solución es mejor que la nuestra?’ Verás cómo sus ojos brillan al probar que su criterio es insustituible.
Como dice un viejo proverbio coreano: ‘Un río no se forma por un solo trueno’. Su camino se construye con pequeños pasos: hoy dibujando en tierra, mañana combinando sabiduría humana con tecnología.
Esa es la alegría que ninguna máquina replicará. ¿No es maravilloso? Y tú, ¿qué pequeño experimento harás esta semana para celebrar su creatividad única?
Fuente: AI Already Surpasses Average Human Ability In Many Domains: DeepMind Scientist, NDTV Profit, 2025/09/02
