¿Alguna vez has notado cómo las noticias empresariales suenan a galaxias lejanas, hasta que tu hijo te mira con ojos brillantes preguntando cómo «sabe» la tablet lo que quiere comprar? Pero todo cambia cuando esos ojos curiosos te hacen ver que cada avance tecnológico afecta silenciosamente el mundo donde crecen nuestros hijos.
¿Cómo las Ondas Tranquilas Transforman el Mundo de Nuestros Hijos?
Imagínense: hoy leí sobre cómo Concentrix integra a SAI Digital para fortalecer soluciones de comercio digital en Asia-Pacífico. Un estudio de Deloitte revela que el 78% de las empresas en la región ya usan inteligencia artificial en su transformación. Y en Latinoamérica, también vemos cómo estos cambios silenciosos moldean el aire que respirarán nuestros hijos.
Como padres, tendemos a creer que «eso» pasa lejos, en torres de cristal. Sin embargo, mientras más rápido crezca este mercado—proyectado en alcanzar casi $10 billones para 2034 según ExpertMarketResearch—más temprano verán a sus amigos diseñando apps o pidiendo juguetes con un susurro. La pregunta no es «¿llegará?», sino «¿cómo les enseñamos a navegarlo sin perderse en la corriente?»
Hoy, mientras paseábamos por el parque en un día soleado perfecto, mi pequeña señaló un carrito de comida y dijo: «¡Papá, esto debería tener botón mágico!» —y supe que ya están pensando en sistemas inteligentes. ¡Es increíble ver cómo su curiosidad natural transforma lo tecnológico en magia! La crianza en la era digital requiere equilibrio y curiosidad genuina.
¿Por qué el Verdadero Tesoro es el Tiempo sin Botones?
El CEO de Concentrix mencionó que esta adquisición busca «experiencias inteligentes» para clientes. Pero aquí está lo crucial: los niños no necesitan más botones mágicos; necesitan momentos donde el mundo no responda al instante. Mientras el mercado de IA en comercio electrónico crece a un ritmo vertiginoso (¡de $7.25 a $64 billones para 2034, según Precedence Research!), corremos el riesgo de que los pequeños crean que todo debe ser rápido y sin fricción.
Hace poco, mientras esperábamos un paquete comprado online, decidimos hornear galletas juntos. La paciencia de amasar, el olor a vainilla, las risas cuando se quemaron las primeras… ahí nació una conversación sobre cómo las cosas llegan a casa: camiones, personas, errores. Sin pantallas, solo manos harinosas y preguntas genuinas. ¿Qué pasaría si, en vez de frustrarnos con retrasos, los convirtiéramos en aventuras de descubrimiento? La tecnología debe ser puente, no barrera.
Los niños que aprenden a esperar cultivan resiliencia—esa habilidad para reconstruir castillos de arena cuando las olas los derriban. Una idea simple: convierte el tiempo tecnológico en charlas de descubrimiento sobre cómo funcionan las cosas.
¿Cómo Plantar Semillas en Suelo Fértil y No en Nubes Digitales?
La IA avanzada de SAI Digital optimiza compras y experiencias de clientes, pero no reemplaza la chispa humana. Nuestros hijos serán genios digitales, sí, pero su verdadera ventaja estará en saber combinar lo virtual con lo tangible. Recordemos: mientras más «inteligente» sea el mundo, más valor tendrán habilidades como preguntar «¿por qué?» o reparar un juguete roto con cinta adhesiva.
Proyectémonos: cuando sean adultos, el comercio electrónico será tan normal como respirar. Pero ¿qué recordarán del crecimiento? Espero que no solo videos tutoriales, sino la vez que construimos un cohete de cartón bajo los árboles, o cómo la abuela tejió un gorro mientras contaba historias. Las empresas invierten en algoritmos para predecir deseos, pero nosotros podemos invertir en conversaciones que predigan sueños.
Una pregunta sencilla al final del día—»¿qué descubriste que te hizo feliz hoy?»—abre caminos que ninguna app diseñará. La crianza consciente fomenta curiosidad y conexión humana.
¿Cómo Navegar Juntos en un Mundo Tecnológico sin Perder la Brújula?
Este movimiento de Concentrix en Vietnam refuerza lo que ya sabíamos: la tecnología no tiene fronteras. Pero nuestros hogares sí deben tener límites suaves, como senderos en un bosque. No se trata de prohibir tabletas, sino de caminar junto a ellos mientras exploran. Cuando vean anuncios inteligentes, en lugar de bloquearlos, pregunten: «¿crees que esto es para ti? ¿por qué?» Así, aprenden pensamiento crítico sin sentirse vigilados.
Y aquí mi favorito: las «meriendas de investigación». Cojan una fruta y, mientras la pelan, hablen de cómo llegó desde lejos: agricultores, barcos, supermercados. Es un juego que transforma lo cotidiano en lección de humildad y conexión global. La tecnología acelera el mundo, pero nosotros aceleramos sus corazones con sabiduría.
Que esta adquisición empresarial no sea solo noticia de negocios, sino recordatorio: en cada clic hay una oportunidad para sembrar curiosidad genuina. ¿Y si en vez de temer la tecnología, la usamos para ampliar su asombro por el mundo? Al final, no serán los algoritmos los que definan su futuro, sino las preguntas que hoy les enseñamos a hacer.
Fuente: Concentrix Acquires SAI Digital to Supercharge its Digital Commerce and Customer Experience Tech Solutions, Globe Newswire, 2025/09/04