Figma y AI: Creatividad infantil sin límites

Niña sonriente creando arte digital en tablet con colores vibrantes

La noticia llegó como un susto en el periódico digital: Figma, la plataforma de diseño que muchos usamos para proyectos familiares, enfrentaba noticias financieras complicadas tras su debut post-IPO. Pero entre números y gráficos, hay una lección que nos llega al corazón familiar: mientras los mercados se agitan, su CEO Dylan Field mantiene la calma hablando de algo que nos toca de cerca: cómo el AI rompe límites y abate barreras para que cualquier niño explore su creatividad. Sin algoritmos fríos ni jerga técnica, solo una verdad cálida que resuena en cada garabato de crayón en la nevera.

¿Por qué las ‘malas’ noticias encienden la creatividad infantil?

Niño dibujando con concentración en papel mientras padres observan con sonrisa

A primera vista, la caída del 14% en las acciones de Figma tras ganancias sólidas – ¡un crecimiento del 41% en ingresos hasta $249.6 millones! – parece contradictoria. Pero Field, quien fundó la empresa en 2012, lo ve con serenidad. En su entrevista con Fortune, recalca que el verdadero valor está en el horizonte largo: «Queremos bajar el suelo y elevar el techo». ¿Suena familiar? Es idéntico a cuando animamos a nuestros pequeños a intentar dibujar aunque les temblen las manos con el lápiz. Los mercados piden resultados ya, pero la creatividad -y la crianza- florece con paciencia. ¿Viste ese dato de McKinsey donde el AI duplica la velocidad de desarrollo de código… pero solo cuando los equipos aprenden a integrarlo con calma, no con ansiedad? Igual que cuando enseñamos a andar en bici: las caídas forman parte del camino hacia pedalear libre.

Aquí exploramos cómo el AI puede ser ese compañero de juegos creativos

Padre e hija colaborando en diseño digital en tablet con expresiones de alegría

Field describe el AI no como un reemplazo, sino como un aliado que potencia las ideas en diseño. Aquí surge la magia para nosotros como padres: herramientas como las nuevas de Figma «permitirán que más personas se conviertan en diseñadores». Imagina a un niño de 7 años explorando una app sencilla donde el AI sugiere formas mientras él dibuja su monstruo favorito. Pero atención: investigación reciente revela matices valiosos. Mientras el AI mejora el desempeño un 66% en usuarios inexpertos (¡gran noticia para los pequeños!), otro estudio muestra que profesionales experimentados tardan un 19% más al principio. ¿Por qué? Porque integrar algo nuevo requiere ajustar el ritmo. Como cuando tus hijos intentan un videojuego complejo: al inicio tropiezan, pero con práctica transforman la confusión en dominio. La clave es permitirles ese espacio para tropezar -sin presión-, sabiendo que el verdadero crecimiento ocurre fuera de la pantalla.

¿Práctica diaria? Combina lo digital con lo tangible. Si usan una app de diseño con AI, propón luego recrear el dibujo con plastilina. Así honramos ese hallazgo clave: las herramientas brillan cuando sirven de puente, no de barrera, hacia experiencias reales.

¿Hasta dónde puede llegar la creatividad infantil con herramientas de diseño?

Niña mostrando orgullosa su dibujo colorido de árbol morado y sol sonriente

«El diseño es el diferenciador», insiste Field. Pero en el mundo de nuestros hijos, esto trasciende lo profesional: es sobre cultivar mentes que ven posibilidades donde otros ven límites. Piensa en ese dibujo infantil donde el árbol es morado y el sol sonríe –¡nada que un AI generaría por defecto! Aquí radica la lección más tierna: el valor no está en lo que la máquina produce, sino en la chispa humana que la guía. El estudio de NNGroup confirma que las tareas complejas reciben mayores beneficios del AI… pero solo cuando hay pensamiento crítico detrás. Para los pequeños, esto significa que la herramienta debe amplificar su voz única, no acallarla.

Reflexiona: ¿Fomentamos que prueben ideas «equivocadas»? Como cuando mi sobrino insistió en pintar la luna de fresa y ahora sus proyectos son los más originales. El AI en diseño funciona igual: es un ladrillo en el edificio de su creatividad, no el arquitecto. Por eso reservo los viernes para «no pantallas»: salimos al parque con cuadernos, y descubrimos que las mejores ideas nacen al observar nubes con forma de dragón.

¿Cómo equilibrar herramientas digitales y creatividad en la crianza?

Familia en parque dibujando juntos en cuadernos con naturaleza de fondo

Los inversores miran trimestres; nosotros, miramos generaciones. La visión de Field -invertir fuerte en AI aunque afecte ganancias a corto plazo- es un recordatorio tierno: educar implica priorizar lo que florece con los años, no lo que brilla hoy. El AI llegará a todas las aulas, pero nuestro papel es asegurar que nunca reemplace el roce de las manos con arcilla, ni el debate sobre por qué los dinosaurios merecen alas en el dibujo del miércoles.

Tomemos el manifiesto de Figma: «bajar el suelo» para que todos accedan a crear. En casa, esto se traduce en permitir que hasta el más pequeño explore apps sencillas de diseño… siempre con dos reglas: 1) Primero explora el mundo real (hojas, piedras, sombras), 2) Pregunta «¿cómo lo harías sin la app?». Así transformamos la ansiedad tecnológica en alegría: cada «error» en la pantalla es una oportunidad para celebrar «¡mira cómo tu mente lo imaginó antes que la máquina!».

Al final, lo que perdura no es la acción en bolsa sino la semilla que plantamos. Como dijo Field al navegar la caída post-IPO: «cuando montas una ola, no miras hacia atrás». Nosotros, mientras, seguimos caminando de la mano de nuestros pequeños creadores -en días nublados o soleados-, confiando en que su capacidad para soñar en morado los llevará más lejos que cualquier algoritmo. ¿Qué «árbol morado» dejará florecer tu pequeño hoy?

Fuente: Figma is getting crushed in its post-IPO earnings debut; CEO Dylan Field is focused on AI’s long term power to ‘raise the ceiling’, Fortune, 2025/09/04 00:31:58

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