
En la quietud de la noche, con los niños ya dormidos y el día atrás, nos quedamos sentados en la cocina, una taza de té en manos. Esas charlas que nacen sin darnos cuenta, cansados pero con el corazón lleno. ¡Y créanme, esos minutos son oro puro!
Nuestra charla de hoy giró sobre los asistentes inteligentes. ‘Hoy preguntaron a la máquina por qué el cielo es azul, y exploramos juntos la refracción de la luz’, recordamos.
En esa simple frase vemos el equilibrio que buscamos: tecnología como aliada, no como reemplazo. Porque al final, lo importante no son las respuestas perfectas, sino los momentos compartidos que conectan corazones, incluso en la era digital.
Las preguntas que encienden la curiosidad

¿Te ha pasado que un día de lluvia, tu hijo suelta una pregunta que te deja pensando… como por qué los peces no se ahogan?
El primer impulso siempre es distraerse con las tareas pendientes, pero luego recordamos que la tecnología puede ser un puente. ‘Vamos a consultar juntos’, decimos, y la respuesta se convierte en punto de partida.
No es solo el dato, sino lo que sigue: dibujamos juntos ese pez, ¡imagínense la sonrisa! Y ¿qué tal con las estrellas? Así que cuando usamos la app antes de mirar el cielo, preguntamos: ¿cómo crees tú que brillan?
¿Alguna vez has sentido cómo una simple pregunta abre un mundo de aprendizaje compartido? Es en esas conexiones donde nacen las mentes curiosas.
¿Qué tan lejos es demasiado?

Entre los conflictos por el tiempo de pantalla, surge una reflexión incómoda: ¿usamos las pantallas para que nos dejen tranquilos o para algo más? En casa intentamos (aunque a veces fracasamos, ¡confío en ello!) que la pantalla sea herramienta, no niñera.
Recientemente, al ver fotos de las estrellas en una app, preferimos apagar luces y mirar el cielo juntos. La pantalla fue el mapa, pero la experiencia fue humana.
En ese momento, nos dimos cuenta de que la satisfacción está en compartir la curiosidad, no solo en recibir respuestas. ¿A qué edad entregamos el primer móvil? No hay una respuesta única, pero lo esencial es modelar un uso consciente.
¡Apagar el móvil y escuchar es el primer paso, aunque nosotros también luchemos por desconectar!
¡Y cuando los abuelos ven cómo explicamos las estrellas con el móvil, gritan: ¡eso no existía en nuestra era! Pero saben que lo importante no cambia: esos ojitos brillantes mirando contigo al cielo. ¡Ese es el legado que vale la pena proteger!
Fuente: Evento de Otoño de Amazon 2024: Alexa con mejoras radicales y nuevos gadgets (TalkAndroid, 15 sept 2025)
