
Los niños duermen y los dispositivos se apagan, como si se acurrucaran para descansar también. «el 90% de los niños interactuará con IA diariamente en el 2030» sigue girando en el aire entre nosotros sin que el café logre disiparla. ¿Cuánto de ese futuro será en realidad un espacio donde compartir juntos?
Los primeros días del nuevo mundo
Recuerdo esos primeros tiempos como padres en este mundo digital. Nosotros, que crecimos entre enciclopedias y botones físicos, aprendiendo a acompañar el crecimiento de nuestros hijos con la tecnología.
Como si cargáramos un nuevo ser en la misma medida que aquellos primeros días con el bebé en brazos. Pero es en medio de eso donde descubres algo que ya intuías, ¿no? La misma habilidad que tenías para convertir la rutina de baño en un juego se convierte ahora en la capacidad de crear un ritual familiar con la tecnología.
«¿Cómo ven que en casa, cuando aprendemos, usamos esta tecnología?» – simples preguntas que transforman lo abstracto en algo tangible y familiar, envolviéndonos como una conversación antes de dormir, cotidiana pero cálida.
Cuando la noche se convirtió en equipo
La frustración que sentimos, ¿sabes? Esos momentos en que los cables se enredaban como un laberinto más que tecnológico. Pero en ese caos, el gesto de sentarnos juntos y decir: «Parece que necesitamos un equipo de detectives» fue la brújula.
No es solo el momento en que se resuelve el problema técnico, sino aquel en el que nos acompañamos, como familia. Ella, en su papel de madre, y nosotros, como equipo, en un espacio donde la tecnología es puente, no fin.
Los rituales que nos hacen más humanos
Esos domingos con olores a café y algo dulce en el horno, cuando la tecnología se apaga, la luz natural ilumina la mesa sin aparatos. Un momento donde sólo existe la familia. Y entonces, en medio de esa quietud, surge la pregunta: «¿Cómo podemos usar esta tecnología para ayudar a las abuelas?»
¡La respuesta a nuestros dilemas está en la escucha atenta, donde emerge la verdadera conexión!
Así lo entendemos cada día: el corazón humano sigue siendo nuestro mejor regalo.
El camino que seguimos escribiendo, juntos
Y así, entre cafés y pantallas apagadas, vamos tejiendo nuestra historia… Hoy reflexiono, con esa pregunta latente: ¿qué estamos sembrando en nuestros hijos? Quizás, como dijo la abuela, está en la sencillez de estar presente. ¡Ese futuro que veremos brillar en sus ojos, lleno de posibilidades y calidez humana!.
Fuente: Dan Ives Compares Sam Altman’s World Network To Tesla, Nvidia, Palantir In Their Infancy, Yahoo Finance, 2025-09-23