La casa estaba en silencio esta noche, del tipo de silencio que solo llega cuando los niños ya duermen y la pantalla del ordenador sigue parpandeando con correos sin leer. Te observé mientras reorganizabas las loncheras del mañana junto a las facturas que no podías dejar para mañana. Tus ojos saltaban entre los restos de lo que no comieron y la hoja de cálculo. ¿Ese baile eterno, verdad? La eterna búsqueda de equilibrio entre la oficina y la casa. Quise decirte entonces lo que veo, pero no quise romper ese momento en el que estás presente en mil lugares y ninguno, preparando el mundo que nos espera al despertar.
La Carga Invisible de lo Que No Se Ve
Esta mañana te vi levantarte antes que amanezca, reconfigurando la cafetera, reescribiendo la lista del supermercado por tercera vez. ¿Sabías? La fuerza que llevas no es la de los que alzan pesas. Es la de quienes cargan con el peso de un día completo antes de que nadie abra los ojos.
La tecnología que nos ayuda a equilibrar la maternidad y el trabajo no reemplaza ese momento en que nos obliga a elegir entre el correo urgente y la merienda que se derrama.
La verdadera fuerza está en el espacio entre las tareas
La Fuerza de los Momentos que Nadie Ve
Ayer, escuché a nuestra hija decir: ‘Quiero ser fuerte como mamá’. La fuerza silenciosa de la que nos enseñan sin darnos cuenta. La inteligencia, la verdadera, está en los momentos en que te vez buscando una vez más el equilibrio entre trabajo y crianza, sonriendo cuando el cuerpo se ha cansado.
El Mañana Que Construimos Juntos
Hoy te digo: veo la carga que llevas. La tecnología no es la solución, pero es una herramienta que nos ayuda a equilibrar ambos roles.
El equilibrio no es una meta, sino el camino
que compartimos día a día.
Fuente: Japan faces fresh energy challenge as it seeks to expand power-hungry data centers, The Japan Times, 2025-09-28