
Cada inicio de curso llega con esa mezcla vibrante de ilusión y pequeñas preocupaciones. Los reporteros educativos lo han dejado claro: el panorama escolar viene cargado de retos —desde el uso de celulares en clase hasta el creciente papel de la inteligencia artificial—. No son cuestiones para pasar por alto: tienen la fuerza de moldear cómo aprenden nuestros hijos hoy y qué tipo de oportunidades tendrán mañana. Lo fascinante es que, aunque suenan como dilemas enormes, también encierran oportunidades para crecer creativamente, adaptabilidad y confianza.
¿Qué retos educativos enfrentamos este año?

En la conversación reciente entre periodistas que cubren educação (fuente), se puso énfasis en tres asuntos: la caída en las matrículas, las políticas sobre celulares y el papel cada vez más fuerte de la AI en las aulas. A simple vista, parecen piezas sueltas, pero si las unimos revelan un mismo trasfondo: las escuelas buscan afianzarse en medio de una sociedad móvil y tecnológica que cambia de ritmo constantemente.
Los teléfonos, por ejemplo, pueden ser un salvavidas para la comunicación con la familia, pero también un torrente de distracciones. En paralelo, la inteligencia artificial abre puertas inmensas: desde asistentes que corrigen redacciones hasta talleres creativos que despiertan imaginación. Y entre todo ello, las instituciones luchan por mantener comunidades vivas aunque haya menos estudiantes inscritos. ¡Es como intentar bailar en un piso que tiembla! Pero miremos el lado luminoso: Se necesita equilibrio, ritmo y sobre todo mucha creatividad para mantenernos en pie.
¿Cómo impactan estas tecnologías en nuestros hijos?

Cuando escuchamos sobre estas políticas y tecnologías, la tentación es entrar en modo alarma. Este desafío también trae esperanza: ¿qué valores queremos que nuestros hijos extraigan de este escenario?
Si la escuela pide guardar el celular, es una ocasión perfecta para que los pequeños descubran el placer profundo de una conversación sin pantallas, de un juego con las manos llenas de colores o de una historia armada en grupo. ¿Recuerdas esa magia en sus ojos cuando crean algo sin prisas?
Con la AI ocurre algo poderoso: se habla de riesgos, sí, pero también de potencia creativa. Si una herramienta puede generar borradores de ensayos, ¿cómo animamos a los niños a distinguir entre copiar y crear? Tal vez proponiendo un juego en casa: usar un programa para sugerir ideas y luego transformarlas en un dibujo con sus propias figuras y colores. Ese acto simple les enseña a no ser esclavos de la máquina, sino líderes de su imaginación. Herramientas de inteligencia artificial bien usadas pueden ser aliadas fuertes del aprendizaje.
¿Por qué la presencia periodística en aulas importa?

Un punto que también salió en la investigación es la resolución de periodistas educativos de estar más presentes en las aulas mismas (fuente). Suena obvio, pero con burocracias y puertas cerradas, no siempre es fácil. Su insistencia en contar lo que ocurre en clase nos recuerda algo esencial: la vida escolar no son estadísticas ni informes, sino experiencias concretas, gestos de profesores y miradas de estudiantes.
Eso vale también para nosotros como padres. No basta con leer titulares sobre nuevas tecnologías o políticas; necesitamos observar cómo se encienden los ojos de nuestros hijos cuando descubren algo nuevo, o cómo se frustran al chocar con un obstáculo. ¡Esa cercanía nos permite guiar con empatía en este mundo de educación transformado por la inteligencia artificial!
¿Cómo acompañar a los hijos sin perder la calma?

Surgen preguntas inevitables: ¿hasta dónde limitar las pantallas?, ¿cómo aprovechar los beneficios de la AI sin que reemplace el pensamiento crítico?, ¿qué hacer ante escuelas con menos compañeros en la clase? La respuesta no es única, pero hay ideas prácticas para la educación actual:
- Inventa rutinas sin pantallas cada día, aunque sean 20 minutos de juego libre con bloques o lápices.
- Si tu hijo usa AI en tareas, acompáñalo: pregúntale qué aprendió gracias a la herramienta y qué agregaría con su estilo.
- Ante la reducción de matrículas, fortalece redes de amistad: convierte los juegos después de clase en un espacio de comunidad.
Lo importante es demostrar que la tecnología y los cambios externos no dictan el corazón de nuestro hogar. Allí reina la curiosidad, la risa compartida, el gusto por explorar. ¡Ese es el verdadero tesoro que ningún algoritmo puede reemplazar!
Un año que invita a soñar con valentía

Este nuevo ciclo escolar viene con cielos despejados en muchos sentidos: reglas más claras, tecnologías más visibles, pero también con la promesa de que, si guiamos a los niños con paciencia y entusiasmo, sabrán moverse con confianza.
Al final del día, lo que recordarán no serán las normas exactas, sino la manera en que aprendieron a encontrar belleza en lo cotidiano y a levantarse ante los giros inesperados. Y ahí está nuestra misión como padres: no temer a la novedad, sino abrazarla como un campo fértil. ¡Porque cada celular guardado, cada uso creativo de la AI y cada conversación en familia es una chispa que prepara a nuestros hijos para un futuro lleno de resiliencia y esperanza en esta era digital llena de retos y sueños!
Source: Education reporters reflect on the school year ahead, KPBS, 2025-08-15 20:18:53
