Hoy, al recoger a mi niña de la escuela —esa edad donde las mochilas parecen pesan más que sus sueños— me entregó un dibujo hecho con crayones. ‘¡Lo hice rápido para jugar!’, dijo, sonriente. Pero las líneas temblorosas y los colores fuera de los bordes me hicieron reflexionar: ¿no es esto lo mismo que los […]
¡Hola queridos vecinos! Hoy volvía del cole de mi niña, ese paseo breve bajo las nubes suaves del otoño de nuestro barrio donde el mundo parece susurrar «tómalo con calma». Pasando junto a la plaza con sus árboles susurrantes y el olor a churros recién hechos del puesto de abajo, me encontré leyendo sobre esos
¡Qué momentos más intensos esos silencios después de que los niños finalmente se duermen! En esa quietud de nuestra casa, algo siempre me llama la atención: cómo tú, aún cansada, te sientas en la mesa del comedor con el portátil. En esos momentos, veo los mismos pensamientos en tus ojos que siento en mi corazón.
Hoy, mientras caminaba con mi pequeña exploradora de la mano – esa edad donde cada hoja caída es un tesoro y cada ‘¿por qué?’ es una puerta al universo – vi algo que me sacudió el alma. En las noticias hablaban de líderes en oficinas, de ‘seguridad psicológica’ y ‘adaptación’. Pero allí, bajo el cielo
¿Sabías que la IA ya dejó de ser algo exclusivo de expertos? ¡Forma parte de nuestra rutina diaria y puede llenarnos de diversión en familia! Además, nuestros niños tienen una curiosidad innata que, cuando se cultiva con amor, puede guiarlos hacia un futuro brillante. Tras dejarla en su escuelita a cien metros de casa, aprovechamos
