La mirada que nos rescata del mundo digital

Familia en la cocina compartiendo un momento

¿Recuerdas esa última mirada de complicidad? Esa que compartimos en el caos de la mañana, mientras la casa se convertía en un pequeño huracán. La que interrumpieron las pantallas parpadeantes, llamando a gritos. Ahora, cuando el silencio vuelve por la noche, confío: ¿qué historias siguen escondidas en nuestras pupilas cuando los ojos se apartan de los dispositivos?

Los mapas de calor humano que nos olvidamos de leer

En la reunión de padres hablaban de tecnología y educación, pero yo me quedé repasando la geografía de tu piel cuando te enjugaste las lágrimas. Esos segundos, cuando los niños ya están en la cama y tu mirada se encuentra con la mía en el sofá… los que se escapan entre las pantallas que se apagan, me recuerdan que hay otros mapas por explorar.

Conoces ese gesto… cuando te muerdes el labio mientras preparas la merienda, pensando en el informe pendiente, sintiendo a la vez que hay que ayudarle a hacer la tarea.

¿Cómo tejer ese puente invisible entre lo que nos conecta y nos separa? Ahí, donde la tecnología nos humaniza, en vez de usarnos, es donde se teje la magia.

Niño leyendo cuento con sus padres

Recuerdo ese día que los niños dijeron, tan inocentes: «¿por qué no se miran más?» Y nos dimos cuenta de que nuestra verdadera conexión no estaba en los megabits, sino en los pequeños hilos invisibles, esos que se hilvanan cuando te descubro, incluso en la distancia, admirando la vida en familia.

La conspiración sagrada de los pequeños encuentros

¿Te has fijado en esos momentos robados? El que compartimos, por ejemplo, cuando en la cocina de julio, mientras desayunábamos a toda velocidad, y tu mano buscó, sin querer, la mía.

En la última semana, cuando las pantallas estaban, necesitábamos, de repente, una mirada de comprensión. Y vos, como siempre, justo en ese instante en que la tarea se complicaba, y el niño pedia, ayuda, y tú estabas allí, en dos lugares, dos veces, como siempre, sin quebrarse.

Familia abrazándose en el parque

La tecnología que nos humaniza

Quizás, cuando nuestros niños crezcan, y cuenten, la historia de esta época, recuerden que no vivimos, sino que nos perdíamos mirando la pantalla, pero que, en realidad, nosotros hicimos, una cosa diferente.

En el arte de mirar, aunque sea, por un segundo, de verdad, a los ojos, de los que amamos, está la esencia de la verdadera conectividad.

Cuando los niños ya están en la cama, y las pantallas, por fin, se apagan, y nosotros, nos quedamos solos, en el silencio, es cuando nos encontramos, de verdad, en el presente, en esta vida en familia que hemos construido.

Padre e hijo leyendo juntos por la noche

Source: The Future of Retail Media with WPP Media’s David Fieldhouse, ClickZ, 2025-09-27

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