La luz de la tablet parpadea. Es la última hora de la tarde y en la cocina se oye el tintineo de los cubiertos mientras preparas la cena. Nuestra hija, desde la sala, muestra un vídeo que tal vez le dijimos que no podría ver. Pero lo que hace algo diferente a este día, es que en lugar de ese ‘¡No te dijiste que no!’, se escucha tu respuesta suave: ‘¿Sabes qué? Me gusta cuando te haces preguntas sobre las cosas que ves. ¿A ti, qué te hace feliz de este juego?’
La tecnología que nos enseñó a mirarnos de nuevo
¿Recuerdas cuando empezamos a usar esa app de control parental? Lo que más me llamó la atención no fue la tecnología en sí misma, sino que ambos nos estábamos preguntando sin decirnos: ‘¿Qué padres estamos siendo? ¿Será una oportunidad de enseñanza? ¿O funciona como un muro de contención?’
Los niños son espejos que nos muestran sin filtros que la crianza digital auténtica no está en los dispositivos, sino en cómo nos posicionamos frente a ellos
Como cuando nos viste en silencio ordenando la mesa, teléfonos a un lado, y nuestra hija vino, imitó nuestro gesto y dijo: ‘Ahora ya es nuestro tiempo‘.
Los espacios intermedios donde creamos nuestros vínculos
Hay una imagen que no olvido: la tarde que estábamos los tres enfocados, cada uno en su pantalla. El problema es que hasta que tu hija no lo dijo, no lo vimos: ‘Señor Papá, ¿por qué no estás jugando conmigo?‘
Como un golpe suave que nos hace resurgir. Lo que nos enseñó fue que la crianza consciente requiere de una tribu de dos personas que se sintonizan, una mirada que se dice ‘¿te has dado cuenta?‘, sin que medie una palabra.
La fuerza que nos alimenta, incluso cuando la pantalla se apaga
¿Alguna vez has notado cómo la luz de los dispositivos se refleja en la habitación? Esos pequeños destellos que acompañan incluso cuando están en ‘silencioso’. La vida es un baile de desequilibrios constantes, ¿verdad? Y qué bonito es aprender a balancearnos juntos
Pero también aprendí que en la crianza, los errores son nuestros aliados. Como aquella vez que nos gritamos, estresados por los deberes en línea, y luego, bailamos juntos, con la pantalla apagada. El equilibrio digital es más que ajustar horarios, es una forma distinta de mirar al mundo— con la misma risa que se hace nostalgia de la mañana.
Fuente: Smart Farming on Leveraging Technology to Empower Indian Farmers, The Hindu Business Line, 2025-09-28