Energías renovables para niños: Cómo el sol y el viento iluminan su futuro

¿Cómo explicarle a los niños por qué es tan importante el sol y el viento? Esa pregunta rondó mi mente ayer, cuando la casa se calmó y las luces de la ciudad recordaban las noticias sobre energías renovables.

Al ver los paneles solares y los aerogeneradores, recordé que un pequeño, al ver la app del clima, preguntó: ‘¿Por qué cuando hay sol baja la factura de la luz?’. Respondí con lo básico, pero luego me di cuenta: lo crucial no es la tecnología, sino esa mirada curiosa.

Eso ‘¿cómo funciona?’ es el primer paso para proteger la Tierra. Y si mantienen ese deseo de aprender… seguro dejaremos un mundo mejor.

Manos en acción: Descubriendo la energía solar juntos

La semana pasada montamos un kit solar con unas manitas pequeñas. ‘¿Crees que esto pueda dar energía a la casa?’ preguntó con ojos curiosos. No era un juguete, sino una experiencia tangible: el sol transformándose en electricidad.

Cuando el motor giró, su expresión fue pura sorpresa: ‘¡Ahora sí entiendo!’. Ahora, cada mañana, miran el panel solar en la ventana y preguntan: ‘Hoy ¡cuánta energía generamos?’.

Nuestros niños están sembrando las primeras ideas de un futuro limpio.

Las teorías complicadas ya no importan; lo que sí cuenta es sentirlo con las manos. Si países como los nórdicos reutilizan las turbinas para construir casas nuevas, ¿por qué no empezar aquí?

El viento nos cuenta historias

En el parque, un aerogenerador en la distancia les llamó la atención: ‘¿Esos engranajes producen luz?’ les expliqué cómo el viento mueve las hojas de los árboles sin verlo, igual que las turbinas.

Aprendimos que la naturaleza siempre nos entrega su fuerza. En casa, construimos una mini-turbina con papel y cartón. Agitando bajo el viento, murmuraron: ‘¿El viento de hoy dará más energía?’.

Porque entender que el cielo y la tierra trabajan juntos es clave. Si el 80% de nuestra electricidad vendrá de fuentes limpias, empezamos aquí, con estas pequeñas manos.

El poder del ahorro

Ahora, los niños apagan las luces y cuestionan: ‘¿Por qué ahorrar energía?’. Juntos revisamos facturas y descubrimos que cuando usamos sol y viento, hay menos contaminación.

‘¿Cada consumo tiene una historia?’ dijo, sintiendo que la electricidad no es infinita. Ahora inventan juegos: ‘Hoy cerramos la nevera con cuidado’ o ‘nunca dejamos luces encendidas’.

Estos pequeños gestos enseñan que cuidar el planeta es una elección diaria. ¿Qué tiene de malo que nuestra energía venga del sol y no del carbón? La respuesta está en sus manos.

Source: Inside The Race To Clear Ukraine’s Minefields With Robots And AI, Forbes, 2025-09-16.

Latest Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio