
Cuando cae la noche y los niños descansan, las luces de las pantallas parpadean en la oscuridad. Nos preguntamos: ¿cómo guiamos su curiosidad sin que la tecnología los absorba?
No es decir ‘no’ a las pantallas, sino descubrir cómo pueden ser aliadas para crear e imaginar juntos. Hoy compartimos una forma de ver lo digital que ha cambiado la relación entre padres, hijos y tecnología.
Más allá de las herramientas: la búsqueda de tesoros

No veamos la IA solo como una herramienta. Invitemos a los niños a pensar juntos: ‘¿Quieres crear una historia en equipo?’ Cuando un niño dibuja un mundo mágico con trazos en la pantalla, se ilumina como si fuera magia.
Cuando la IA menciona ‘cuidar un cactus en el desierto’, preguntan: ‘¿Y cómo cuidaríamos un cactus en el desierto?’ ¿No es fascinante ver cómo esas preguntas abren mundos nuevos? Es ahí donde empezamos a cuestionar y a construir respuestas únicas. Es la semilla de la curiosidad auténtica.
La magia de preguntar: ¿por qué es así?

Cambia de ‘¿Cómo funciona esto?’ a ‘¿Por qué es así?’. Cuando la IA muestra un resultado, exploren juntos su origen.
Un dibujo de un personaje volador sin alas lleva a preguntar ‘¿cómo lo solucionaríamos?’.
Es en esa exploración cuando la lógica tecnológica y la creatividad se unen, construyendo pensamiento crítico paso a paso.
Protegiendo la humanidad en el mundo digital

En la era digital, proteger la amabilidad y la justicia es clave. Enséñales a los niños a ser empáticos incluso en la pantalla.
Momentos libres de pantallas —como jugar en la arena o pintar— revitalizan su mirada. Basta con preguntar: ‘¿Esto nos acerca más a algo importante?’, para guiar su juicio. La tecnología debe complementar, no reemplazar, nuestra esencia humana.
Fuente: OpenAI Launches GPT-5-Codex, C-sharpcorner.com, 2025-09-16.
