
¿Recuerdas esa sonrisa cuando mezcló colores que ‘no existen’ para pintar un sol morado? ¡Esa chispa creativa que brilla en sus ojos es pura magia! ¿Sabes qué? Es justo lo que queremos proteger mientras navegamos esta ola tecnológica. ¡Mira! Porque aunque la IA pueda generar mil ilustraciones en segundos, la verdadera magia sigue surgiendo de sus manitas pegajosas y su curiosidad sin límites, como un buen arroz con mariscas tejiendo innovación y tradición.
La IA es solo el pincel: El artista sigue siendo tu hijo
Cuando les escuchas decir ‘Alexa, inventa un cuento de dinosaurios astronautas’, ¡ahí hay un destello de genialidad que merece ser explorado! La clave está en convertir ese comando en conversación: ‘¿Qué comerían los dinosaurios en el espacio?’, ‘¿Cómo se saludarían sin manos?’.
¿Y cuando frunce el ceño ante la respuesta de la máquina? ¡Ese es el momento oro! Ahí nace su criterio. Como ese día que corrigió al asistente virtual: ‘Los dragones no hablan así, hacen ruidos de hojas secas’. La tecnología avanza, pero la imaginación infantil sigue siendo el motor irremplazable.
El mejor laboratorio creativo: Donde se manchan las rodillas

¿Has visto cómo transforma un charco en océano y un palo en varita mágica? Esas son las lecciones que ninguna app puede replicar. La textura del barro entre sus dedos, el sonido al aplastar una hoja seca… ¡Son experiencias sensoriales que alimentan su inventiva!
Olvidemos por un momento las pantallas y pensemos en cómo el mundo real estimula su creatividad: ¿Qué ocurre cuando convertimos sus dibujos en animaciones? No es magia tecnológica, es su idea original cobrando vida. La IA aquí solo es la ayudante entusiasta.
Las preguntas que la IA no puede responder: Tu superpoder
Cuando el chatbot da una respuesta rápida, ahí viene nuestro turno: ‘¿Tú qué crees que pasaría si…?’. Esas conversaciones son semillas de pensamiento crítico. Como cuando preguntó: ‘¿Las máquinas también sienten frío?’ y minutos después dibujaba robots con bufandas de colores.
¿Y esa angustia de que pierdan su capacidad de asombro? La hemos sentido todos. ¡Pero espera! No te preocupes, no necesitas convertirte en experto tecnológico para proteger esta chispa sagrada. Pero luego los vemos inventar respuestas que ni el mejor algoritmo predijo, y recordamos: su imaginación sigue viva, solo pide espacios para respirar entre tanta tecnología.
Tres reglas de oro en la era digital

Primero: Nunca dejar que la IA termine la conversación. Cada creación tecnológica debe ser el principio de un ‘¿Y si le agregamos…?’. Segundo: Alternar pantallas con naturaleza. Una tarde de apps creativas puede inspirar, pero un paseo por el bosque alimenta el alma creativa.
¡Y lo más increíble, padres? ¡Somos nosotros los verdaderos magos creativos! Nuestros abrazos cuando un dibujo no sale bien, nuestro ‘¡Qué idea tan original!’ cuando inventa historias… ¡Eso sí que ninguna máquina podrá reemplazarlo! Porque al final, la mejor tecnología para cultivar su creatividad sigue siendo nuestro tiempo y atención. ¡Abracemos esta revolución digital como lo haríamos una nueva aventura familiar!
La verdadera magia de la creatividad infantil no está en las herramientas que usan, sino en los mundos que construyen con sus manos, sus mentes y su corazón.
Source: OpenAI Hopes Animated ‘Critterz’ Will Prove AI Is Ready for the Big Screen, Cnet, 2025/09/11
