Recuerdo cuando la miraste explicar con un hilo. Nuestras manos estaban ocupadas, nuestros hijos a la mesa, pero ella apostó por la ternura. La IA no era solo un concepto, sino ese hilo que conecta -y que puede desgastarse. ¿Cómo se explica que la tecnología sabe que amamos a esta artista? Lo hizo con un hilo y una taza de chocolate. ¿Cómo podemos usar la IA para ayudar a los niños a aprender mejor, ¿sabes? La respuesta está en esa mirada que ella nos dejó, en ese momento tranquilo, cuando la familia comprendió que la tecnología también tiene corazón, porque unas manos humanas la guian.
La tecnología, esa herramienta que se sienta a nuestra mesa
Lo hemos visto mil veces en sus ojos. Lo que hace la diferencia no es la velocidad de la respuesta, sino la calma al explicar. ¿Por qué prohibir a los niños usar ChatGPT? Mejor, explorar con ellos. Así lo hacemos ella: con una taza de chocolate y una tarea que nos lleve al mismo tiempo.
La IA puede aprender de ti, le dijo, junto a la tarea de matemáticas, mientras la pantalla de su tablet se iluminaba.
Pero también, tú puedes aprenderla a ella
. Y así aparece la respuesta: la tecnología no es una barrera, sino un puente, con la mano humana como guía.
La clave para los niños pequeños es la misma que para los mayores: la IA no es una herramienta para solos, sino para familia. La encontramos, explorando, en la misma seguridad que le damos cuando aprenden andar. Esa seguridad, la que da la familia, que no se apaga con la tecnología.
Esas pequeñas semillas, esos pequeños límites
¿Cómo enseñarles a pensar críticamente cuando la tecnología les da una respuesta? La respuesta está en los detalles, ¿sabes? como la vez que nos ayudó, mientras la noche caía suavemente, a explicar que la IA también puede cometer errores.
No tiene que ser perfecto, le dijo mientras la niña miraba su dibujo, ¿qué te gustaría más? ¿La IA o tú mismo? La sorpresa fue en una mirada. La respuesta de la niña fue: Quiero ver cómo se combina, como tú, mami, con tus recetas.
Cuando la tecnología tiene corazón, también se siente la familia
Y justo el otro día, la vimos, esa misma que nos enseñó: la importancia de verificar lo que la IA dice. La tarea estaba lista, el resultado, casi perfecto. Pero ¿qué pasó cuando la niña preguntó por qué ella no era tan perfecta como la IA?
La perfección, chiquita, no es algo que se busca
. La respuesta de la mamá fue: La perfección, si la tecnología la tiene, es porque la creamos, como nosotros, como familia, que aprendemos juntos, con errores.
El camino, que no se anda solo, sino con la familia
Hablar, abierta, con la niña, con el niño, con la familia. El camino, siempre, como mamá, papá, abuelos, tíos: la misma familia que nos enseña que nos acompaña ahora en la tecnología. La misma que nos enseñó a decir gracias, por favor, a los niños, también a los algoritmos que aprenden de nosotros.
La última tarde, la niña, al ver un error, la pregunta: ¿cómo puedo, mami, configurar, ayudar? La respuesta, como siempre, está en la mano que nos acompaña. La misma mano que nos enseña que este equilibrio que encontramos cuando jugamos juntos con una app educativa pero luego salimos al parque a correr.