Equilibrio Creativo: La Crianza y la Tecnología Bailando en Familia

Familia compartiendo momentos creativos con tecnología y juguetes tradicionales

Imaginemos ese momento después de la cena: los juguetes desordenados, la tableta apagada junto a los bloques de madera, y esa pregunta que nos susurra al oído. ¿Cómo podemos bailar entre tecnología y creatividad sin que se pisen los pies? Las familias, como tú y yo, sabemos que no hay respuestas simples.

Pero hay algo en ese instante de silencio compartido —cuando los pequeños ya están dormidos— que nos invita a buscar nuevas formas de jugar. La verdadera innovación, quizás, es esa misma pregunta: ¿cómo encender la curiosidad sin perder el calor humano? Es como ese dibujo que el niño dejó hoy en la nevera: imperfecto, pero lleno de vida.

El Dilema del Creador: Cuando la tecnología silba al oído de los niños

Niño explorando entre juguetes tradicionales y dispositivos digitales

Hay momentos en que vemos a los pequeños zambullirse en la pantalla con esa misma chispeante mirada que usaban antes con los cuentos de papel. ¿Qué nos hace detenernos? ¿Será que intuimos, como tú también has sentido, ese equilibrio entre avance y retroceso?

Recuerdo aquella tarde cuando nos dimos cuenta de que los mismos juegos de siempre se repetían. ¿Cómo crear algo nuevo sin que se desborde? Como la primera vez que probamos hornear con ellos: algunas galletas queman, otras no levan, pero el proceso es lo que hace la conexión.

Como decíamos aquella tarde, la innovación no es una carrera tecnológica, sino una danza abierta.

¿Qué paso nos queda por probar juntos? Ahí, en ese momento, está la respuesta.

Cuando la IA se convierte en un nuevo bosquejo

Imaginemos esa herramienta que nos recibió en casa: una aplicación con preguntas a ninguna inteligencia artificial. Pero luego, tú transformaste, como siempre, lo que se podía: contestaste, con tus palabras, las preguntas de los pequeños. Y las dibujaste en el cuaderno.

Me sorprendió verte ayer, con tus manos en plastilina, modelando ‘la respuesta automática’ que ellos mismos imaginaron, mientras los niños reían y hacían preguntas.

Como el nuevo lápiz de color que no se sabe cómo usar: la tecnología por sí misma no es la magia, es el cuento, el juego, la pregunta. Es como unirse a la cabaña que construyeron con los cojines del sofá: la herramienta, sin su risa, no es juguete.

Construyendo un puente entre los clicks y los abrazos

Familia construyendo un robot de cartón con creatividad manual

¿Qué tienen en común los bloques de madera y la tecnología bien utilizada? La respuesta está en la sonrisa suelta, en la misma mirada que los niños tienen cuando nos muestran un dibujo hecho con el corazón.

La semana pasada, cuando los vimos jugar, pude entender que no buscan algo perfecto, sino una conexión. La innovación no es la aplicación que se actualiza, sino el tiempo que compartimos con ellos.

Como el mismo juego que nos llevó, cansados, a la noche: a intercambiar ideas, y también a darnos cuenta de que la verdadera herramienta, esa que nos une, eres tú que te quedas, pacientemente, ayudando a pegar el último cartón del robot. La esperanza, la que nos impulsa a inventar, siempre está ahí.

Fuente: Columbia Threadneedle Global Technology… en Yahoo Finance (2025-09-23)

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