Entre Pantallas y Abrazos: Así Encontramos el Secreto para Criar con Equilibrio


Un padre e hijo interactuando con tecnología

¡Ay, esa tarde que nunca olvidaré! ¿Pantallas como aliadas o enemigas? En nuestra casa optamos por una tercera opción… Recuerdo cuando ella sostenía al pequeño frente a la tablet. Sus dedos temblaban ligeramente mientras ajustaba el brillo de la pantalla, esa misma tensión que sentía al darles su primer trozo de sandía sin cortar. ¿Permisividad o control? Esa pregunta flotaba en su mirada mientras los vídeos educativos comenzaban… Y ahí lo entendí: el equilibrio no se mide en minutos, sino en cómo les enseñamos a tocar el mundo. Te cuento lo que descubrimos juntos.

Pantallas que Despiertan, no que Adormecen

Niño explorando tecnología de forma interactiva

Y así, poco a poco, fuimos descubriendo algo fascinante… Lo descubrimos una lluviosa tarde de enero: la clave estaba en su forma de interactuar más que en los minutos. Ella eligió una app que convierte fotos de insectos en acuarelas animadas… pero lo revolucionario fue lo que hizo después. Apagó la pantalla y le entregó una lupa vacía. ‘Ahora tú pintas lo que ves’, le dijo. Esa tarde, nuestras escaleras se llenaron de hormigas convertidas en personajes de cuento.

¿Y sabes qué? ¡Funciona muchísimo mejor de lo que nos imaginábamos! Pero ojo, esa misma app en otras manos podría ser solo distracción. ¿Qué pasaría si miráramos todas nuestras pantallas con esa misma intención?

La Magia de los Horarios Quietos

Imagina esto: un bote de palomitas hecho con hojas secas. Una roca que se convierte en cohete. Así comienzan nuestras ‘horas silenciosas’. Los viernes después de cenar, todos los dispositivos se guardan en esa caja amarilla que los niños decoraron. Pero aquí está el verdadero secreto: ellos ven que nosotros también cumplimos. ¡Y créanme, al principio cuesta dejar el teléfono uno mismo, pero es una maravilla ver el ejemplo que marcamos!

¿Qué aprendimos al fin del tercer mes? La primera semana fue pura resistencia. En la cuarta, descubrieron el placer de construir ciudades con los posavasos. Ahora, incluso ella se sorprende cuando los peques mismos piden: ‘¿Hoy toca tiempo de caja amarilla?’…

Algo que ella hace sin darse cuenta: siempre deja el teléfono boca abajo cuando entran corriendo con algún tesoro (una piedra, un dibujo, un insecto). Esa pequeña ceremonia les dice: ‘Ahora tú eres lo más interesante aquí’. Los niños lo perciben a nivel primal, ¿verdad?

Relatamos esto a unos amigos que visitaron, y su hijo de seis años preguntó: ‘¿Entonces si papá mira mucho su pantalla, yo no soy interesante?’. Demasiada sabiduría para ser retórica…

Cuando el Juego Libre Es el Mejor Tutorial

Recuerdo algo que me marcó durante un viaje… Un consejo que nos regaló una maestra indígena durante un viaje: ‘El aprendizaje más profundo nace cuando los pies tocan tierra fría y las manos crean sin instrucciones’. Lo implementamos dejando que intenten abrir aplicaciones sin que les enseñemos primero. ¡Sus errores han sido mejores lecciones!

El más pequeño logró activar el modo avión cinco veces antes de entenderlo… y ahora reconoce todos los íconos de viajes. ¿La clave? Como ella dice con esa sonrisa pícara: ‘Confiar es dejarles tocar mando aunque se equivoquen’. Confianza que se convierte en la mayor lección de vida.

Fuente: Datadog Inc. (DDOG)’s AI Initiatives Accelerating Growth, Finance Yahoo, 2025-09-13

Últimos Artículos


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio