
La vi ahí parada en la puerta, mirando a sus peques con esa mirada que lo dice todo. La luz de la televisión bailaba sobre sus rostros concentrados y su mano, suve, acariciaba el marco de la puerta como si memorizara ese momento. Me pregunto cuántas veces, en silencio, ha tratado de encontrar el punto justo entre la pantalla y el juego.
Pequeños gestos que hablan más que las palabras
Nuestros hijos aprenden más de lo que creemos. ¿Cómo se sienta uno frente al teléfono al desayunar? ¿Cómo sonreímos cuando se descarga una nueva serie?
Recuerdo cuando ella dejó el teléfono boca abajo. Sin explicación, solo hizo eso. Una semana después, los niños comenzaron a imitarle. ¡Y ahí fue cuando lo entendimos! Ese momento donde todo cobra sentido. Ahí, cuando uno se levantaba para jugar, ponía la tableta así. No es una regla escrita… es ese lenguaje silencioso que aprendemos con los gestos y las miradas.
Espacios Pantalla: Cuando Los Dos Fallamos
Hay un espacio en nuestro banco del parque. El único lugar donde nunca hay teléfonos. El sitio donde se leen las caricias a medio camino de las manos.
Porque allí aprendimos que la luz de la pantalla aislaba más que nuestros silencios
Cuando los niños notaron nuestro tercer intento, ella lo tomó de la mano e invitó a sentarse en el silencio. Fue una lección que se respiró, como la sombra refrescante de un árbol.
Lo Que No Enseñan Las Apps
¿Qué sueñan los niños? ¿Qué les hace sentir que no han sido lo que esperaban?
El día antes de apagar el router, ella preguntó: ¿qué tal realmente el colegio? Ahí descubríamos que el verdadero desafío de la tecnología es que no llena, ni siquiera cuando los niños buscan algo más allá de las pantallas.
¡La verdadera respuesta está en abrazar ese espacio entre las pantallas y los corazones! Ese lugar donde magicamente encontramos el equilibrio
Source: Predictmedix AI to Present at the 25th MK Investment Conference in Munich, Germany, Financial Post, 2025/09/29