
¿Te acuerdas de aquel momento en que, después de un día agotador, la mente sigue dando vueltas? Pensando en los menús escolares, las próximas reuniones, los horarios imposibles… Esa sensación, la compartimos todos los padres. ¿Y te preguntarás, como yo, si parte de ese peso mental podría ser más ligero? Hoy descubrí algo que puede cambiar nuestra manera de ver la tecnología: no es una amenaza, sino un compañero que nos libera tiempo para lo realmente importante.
Lo que nos pesa (y que puede ser más liviano)
Hay una mañana que compartimos todos los padres: cuando los niños pequeños preguntan a los gritos, leche encima, y el trabajo ya reclama por la pantalla. ¿Qué pasa? Que ese momento tan rápido, esas cargas invisibles, empiezan a definir el tono de nuestra tarde.
Te he visto ahí, en la cocina, organizando calendarios, comidas, rutinas… con una habilidad de bailarín sobre un cable. ¿Qué sería de la crianza, si no todo ese peso fuera a nuestras espaldas?
La inteligencia artificial puede ayudar, pero lo más valioso: que lo hace en nuestro tiempo sagrado. Cuando la lista de tareas se vuelve automática, en ese espacio que dejamos libre, surge algo mágico: el minuto de juego con los cereales, la risa que surge de la nada. ¿No es eso precisamente lo que necesitamos recuperar? Una herramienta, no un reemplazo.
Lo que ningún algoritmo puede imitar: tu mirada
Hay un detalle que solo conocen quienes la crianza: cuando un niño hace una pregunta y tú la conviertes en cuento, una aventura escondida en los libros.
Porque la auténtica crianza, el amor, el humor, las emociones… no se transmiten en un algoritmo: se transmiten de corazón a corazón
La tecnología puede ayudar sobre dinosaurios o planetas, pero ¿y cuando un niño pregunta: ¿qué crees tú que hay en las estrellas? La respuesta que entrelaza vínculos no es tecnológica, es humana.
Cómo crear un pacto familiar: tecnología como herramienta
Imagínate enseñar a la abuela a usar el GPS. Pero al final ella nos enseña que hay caminos más hermosos aunque no sean rápidos. La tecnología es una herramienta, no un sustituto.
¿Cómo hacer el pacto? No es sobre reglas, sino sobre ¿qué queremos que sea la tecnología para nosotros? ¿Y no es eso lo que queremos enseñar como padres, el valor del equilibrio entre las herramientas y el contacto humano?
El efecto sorpresa: cuando la familia se hace más fuerte
Cuando la tecnología funciona como compañero, en el espacio de la cena, surge algo más valioso: la libertad para ser más nosotros.
Al apagar las pantallas, lo que nos sostiene no es el algoritmo. Sino el amor, la conexión, la presencia. Lo que nos hace familia, y que la tecnología, cuando nos acompaña con sabiduría, ayuda a fortalecer.
Source: Sam Altman claims AGI will take over 40% of tasks in the near future, Indian Express, 2025-09-27