Recuerdo esa tarde, cuando los pequeños estaban pegados a la pantalla, maravillados con esos videos que parecen salidos de un sueño. ‘¿Cómo hace la computadora para inventar cosas tan increíbles?’ preguntó la mayor, con esa curiosidad que nos derrite el corazón. En ese momento, mientras preparabas esa merienda que mezcla lo dulce de aquí con lo salado de allá, y yo miraba esos ojos llenos de asombro, supe que estábamos frente a una de esas conversaciones que definen nuestra época como padres.
La Máquina que Aprende Mirando
Me quedé pensando en esa pregunta mientras ayudaba a guardar los platos. ¿Cómo explicar que estas máquinas aprenden mirando, como cuando los niños aprenden observando a los adultos en la cocina? Vi cómo siempre encontrás la manera de enseñarles que cada creación tiene su historia, su origen. Esa misma sabiduría aplica aquí: estas tecnologías se nutren de millones de creaciones humanas, de sueños hechos pixels.
Y pensé en todas las veces que te vi crear algo hermoso de la nada – una decoración, un disfraz con lo que había en casa – y cómo siempre reconocés de dónde sacaste la inspiración. ¿Y si llevamos esa honestidad creativa al mundo digital? Ese respeto por el trabajo ajeno es justo lo que queremos transmitirles en esta crianza equilibrada.
Como bien decís vos, nuestros valores no cambian con la tecnología: pedir permiso, agradecer, reconocer el esfuerzo
Nuestros Pequeños Creadores
¿Te acordás cuando el más chico hizo ese dibujo y llegó corriendo a mostrarnoslo? ‘¡Miren lo que hice yo solo!’ decía, con ese orgullo que le iluminaba la cara. Ese ‘yo solo’ era puro amor, pura creación genuina. Ahora pienso: ¿cómo le enseñamos que su imaginación merece ser respetada?
Veo cómo les enseñás a agradecer, a dar las gracias por un regalo, por una ayuda. Esa misma gratitud es la que queremos que lleven consigo al mundo digital. Porque detrás de cada imagen que ven, hubo alguien que soñó, que creó, que se esforzó.
La Conversación que Continúa
Esta tecnología llegó para quedarse. La veo avanzar mientras seguimos nuestra danza entre el trabajo y la casa, entre responsabilidades y momentos familiares. Pero en medio de todo esto, hay algo que no cambia: nuestra capacidad de sentarnos y hablar sobre lo que realmente importa.
Te miro explicarles por qué es importante pedir permiso, dar las gracias, reconocer el esfuerzo ajeno. Y me doy cuenta de que, aunque las herramientas cambien, los valores que se transmiten con el ejemplo día a día son los mismos que necesitarán para navegar este nuevo mundo.
Al final del día, cuando apagamos las pantallas y nos quedamos solo con el sonido de su respiración dormida, sé que lo estamos haciendo bien. Porque al final del día, lo que más importa no es que entiendan la máquina, sino que criemos humanos buenos, creativos, y con el corazón en el lugar correcto.
Fuente: Is OpenAI’s Video-Generating Tool ‘Sora’ Scraping Unauthorized YouTube Clips?, Slashdot, 2025-09-20