
Un día nublado de septiembre, con esos 26 grados que invitan a quedarse en casa, me hace pensar en cómo las pequeñas comodidades cotidianas marcan nuestra vida. Y mientras pienso en esto, recuerdo cómo hace exactamente 40 años, Samsung sorprendió al mundo con una nevera que simplemente decía «hola» al abrir la puerta. No era inteligencia artificial, sino una grabación de voz rudimentaria. Pero aquel gesto sencillo sentó las bases de lo que hoy, en IFA 2025, vemos: electrodomésticos que reconocen tu voz, saben qué alimentos tienes y hasta sugieren recetas. Increíble progreso, ¿verdad? Sin embargo, mientras celebramos estos avances, surge una pregunta clave: ¿qué aprenden ellos de estos objetos?
De una grabación de voz a un hogar que piensa contigo: ¿Cómo afecta esto a nuestros hijos?

El viaje comenzó con un modesto ‘hola’ en una cinta de 1985. Aquella nevera parlante era pura curiosidad: abrías la puerta y escuchabas una voz pregrabada. Hoy, en IFA 2025, presentan modelos con sistema ‘AI Vision Inside’ que identifican alimentos solos y actualizan fechas de caducidad automáticamente. Según análisis reciente, esto no es mero lujo: estudios como el de J.D. Power 2024 revelan que las familias valoran sobre todo funciones prácticas, como evitar desperdiciar comida o planificar menús. Pero pensemos en los niños: cuando ven objetos cotidianos que ‘hablan’ y ‘piensan’, ¿cómo moldeamos su percepción? ¿La ven como magia incomprensible o como herramientas diseñadas por personas para resolver problemas reales? Aquí está la esencia: usemos estos momentos para hablar de cómo funcionan las cosas, fomentando curiosidad en lugar de asombro pasivo. Imagina explicarle a tu hijo que la nevera ‘ve’ los alimentos gracias a una cámara especial, como sus ojos ven el mundo. Así, la tecnología pierde el misterio y gana propósito.
Tecnología que sirve, no que domina: ¿Cómo mantener la conexión familiar?

La verdadera inteligencia de un hogar no está en cuántos dispositivos ‘hablan’, sino en cómo mejoran nuestras vidas sin robarnos tiempo para conectar. Samsung anuncia siete años de actualizaciones continuas para sus electrodomésticos, demostrando que la tecnología debe adaptarse a nuestras rutinas, no al revés. ¿Te has parado a pensar? Si ves a tu hijo interactuar con la nevera para crear la lista de la compra, ¿qué oportunidad estás pasando por alto? En vez de decir ‘Bixby, añade leche’, ¿y si le preguntas ‘¿Qué receta te gustaría probar esta semana?’? Así, transformas un comando frío en una aventura familiar de exploración culinaria. Un dato revelador: las nuevas neveras muestran información personalizada (como clima o recordatorios), pero ¿qué tal crear juntos un tablón físico en la cocina con imanes divertidos? Los dibujos hechos a mano y las notas garabateadas construyen recuerdos que ningún algoritmo puede replicar. La tecnología debe ser el puente, no el destino.
Lecciones para padres: Crianza en medio de lo inteligente: ¿Cómo guiar a los niños?

Con avances como neveras que reconocen hasta seis voces distintas, surge una pregunta que todos debemos hacernos: ¿cómo ayudamos a los niños a entender los límites entre lo real y lo digital? Piensa en este escenario: tu pequeño cree que la nevera ‘siente’ cuando le cuenta un secreto. Es momento para una conversación cálida: ‘Esta nevera no entiende tus sentimientos, pero yo sí. ¿Quieres contármelo a mí?’. Según investigación destacada, el éxito de estos dispositivos radica en su utilidad cotidiana, no en lo complejo que sea. Para nosotros, eso se traduce en liberar espacio para lo esencial. Propongo un reto: la próxima vez que la nevera sugiera una receta, cocinen juntos SIN pantallas. Que el aroma de los ingredientes frescos y las risas mientras mezclan sean el ‘algoritmo’ del día. Además, con todas estas conexiones, la seguridad es crucial. Enseñemos a los niños con metáforas simples: ‘Así como cerramos bien la nevera para mantener la comida fresca, protegemos nuestras contraseñas’. Así construimos hábitos con raíces profundas.
El futuro es humano, con un toque de tecnología: ¿Cómo encontrar el equilibrio?

Cuatro décadas después de aquella nevera que decía ‘hola’, el legado más valioso no son los avances técnicos, sino la reflexión que nos invitan a hacer. En un mundo donde hasta los electrodomésticos son ‘inteligentes’, la verdadera sabiduría está en saber cuándo desconectar. Imagina un día como hoy: nublado, con temperatura perfecta para actividades tranquilas. ¿Usarías la nevera para ordenar la compra online… o convertirían la lista en un juego en el supermercado? (‘¡Mira cuántos colores de frutas!’). Los estudios confirman que las familias valoran más la conexión personal que la comodidad digital. Así que, celebremos los 40 años de innovación con gratitud, pero mantengamos el equilibrio: que la tecnología sea el escenario, no el protagonista. ¿La próxima vez que el cielo esté nublado? Saca un tablero de juego y deja que las risas llenen la casa. Dentro de 20 años, lo que hará brillar sus ojos al recordar la infancia no será la nevera, sino tu voz preguntando «¿Me ayudas a mezclar?» entre risas. Porque en el corazón de cada ‘hola’ tecnológico, late el ‘te quiero’ humano que nunca pasa de moda, y esos pequeños gestos construyen confianza para siempre.
Fuente: Samsung’s talking fridge turns 40: From 1985 to AI at IFA 2025, Sammobile, 2025/09/01 09:55:16
