¿Recuerdan esa vez que vimos a nuestros hijos compartir una risa sobre un video educativo mientras se preparaban los deberes? Fue un momento pequeño, pero revelador. El 72% de las familias reconoce la tensión entre pantallas y convivencia, pero tenemos que hablar de la otra cara. La tecnología cuando se usa con cuidado puede ser […]

Esa noche, cuando me encontraste revisando mi teléfono por séptima vez en media hora, sentiste que algo fallaba, ¿verdad? No lo dijiste, pero lo vi en tus ojos. Como padres, nos desgastamos buscando fórmulas para educar en la tecnología, mientras nos preguntamos si realmente estamos construyendo hábitos saludables. El otro día observaste cómo los niños

¿Verdad que hay una energía que se siente en casa? Cuando todo parece estar en su lugar sin que nadie haya hablado de organizarlo. La merienda que justo aparece cuando los niños llegan, las citas médicas que siempre se coordinan solas. Esos detalles que hacen que todo funcione… ¿Alguna vez has pensado en cómo sostenemos

¿Recuerdas ese momento en que la noche cae sobre los niños dormidos, y las pantallas dejan de brillar? Como cuando compartimos una merienda después del cole, y sus risas se mezclan con historias del día. Esa quietud donde compartimos una mirada sin palabras. Ahí, cuando el mundo digital se pausa, sentimos el eco de las

La luz de la cocina sigue encendida pasada la medianoche. El sonido del agua en el fregadero. Las manos que doblan la ropa con la precisión de quien sabe que cada pliegue es un ladrillo en esta construcción callada. Así es como se edifica lo que nos mantiene de pie: en esos pequeños gestos que

Imaginen esta escena: la cocina iluminada por la tarde, el niño dibuja con tiza mientras sus dedos manchados de colores señalan un hormiguero imaginario. ¿Les suena, verdad? Esos momentos donde la vida cotidiana se detiene y el mundo se abre con preguntas que parecen simples pero son profundas. La magia de no saberlo todo ¿Recuerdan

Esa luz cálida del monitor viejo, aún brilla. ¿Recuerdas? La encontrabas anoche frente al escritorio, deslizando tus dedos sobre fotos digitales de nuestro primer año juntos. Aquellas extrañas que parecen sacadas con un vaso empañado, donde el ratón de mariposa y el módem del tamaño de un ladrillo nos hicieron sentir pioneros. En ese momento,

Imagínense esta escena: son las once de la noche, y mientras los niños al fin duermen, te queda en el aire esa pregunta: ¿cómo seguirá? Hoy, en algún estudio, leerán que los árboles antiguos, esos que saben de la constancia, envían nutrientes a sus raíces, en silencio, mientras el mundo está ocupado. Esa quietud, esa

¿Recuerdas esa bolsa que siempre queda al lado de la puerta? La última que guardas al final de cada día. La observo cuando la recoges, con esa mezcla de cansancio y determinación silenciosa que hace que la casa, el trabajo, la vida misma, se sostienen. ¿Cómo lo harás entre tantas cosas, sin perder el paso?