
¡Hola, vecino! Hoy amaneció un poco nublado en Madrid, uno de esos días que invitan a un café caliente y una charla de verdad.
Mientras acompañaba a mi niña —esa que ahora llena la casa con sus “¿y si?” y “¿por qué?”— al colegio (¡está tan cerquita que hasta jugamos a adivinar cuántos pasos damos!), leí sobre esa nueva herramienta de ACCA para jóvenes que buscan trabajo.
Y me quedé pensando: “¡Pero si nuestra labor como padres ya empezó hace años!”. ¿No es maravilloso que, sin darnos cuenta, en cada juego en el parque y cada sobremesa tranquila, estamos preparando a nuestros hijos para brillar mañana? Vamos a desgranarlo con el alma.
La Noticia que Me Hizo Sonreír: ¿Preparación para Entrevistas a los Siete Años?

Imagínate: ACCA lanza una plataforma virtual con flashcards sobre IA, sostenibilidad y economía global. ¡Herramientas fantásticas para los chicos que pronto buscarán su primer empleo! Pero al leer esos titulares, pensé en la plaza de siempre. Allí, ayer mismo, vi a mi hija negociando con el niño de al lado: “Si me dejas subir al tobogán primero, luego jugamos a que tú eres el director de mi empresa de juguete”. ¡Ahí estaba! Esa capacidad para expresar ideas, buscar acuerdos y soñar en equipo… ¡son las mismas habilidades que necesitarán cuando usen esas tarjetas interactivas!
En España sabemos bien lo duro que puede ser el mercado laboral. ¿no es alentador que hoy existan recursos así? Lo que me conmovió fue cómo Sajid Khan, de ACCA, dijo que quieren “dar confianza para enfrentar el futuro”. ¡Eso es exactamente lo que hacemos nosotros cada día! Cuando nuestra niña hace un castillo de arena y explica cómo sería una ciudad ecológica, no está “solo jugando”: está probando su voz, su creatividad, su resiliencia. Porque un niño que aprende a levantar torres de arena sin miedo a que se derrumben, algún día presentará su CV con la misma calma con la que hojea su libro de cuentos.
El Verdadero Bootcamp de Nuestros Hijos: El Parque y la Mesa Familiar

Hace unos días, mientras recogíamos hojas en el parque para un proyecto escolar, una mamá me confesó: “Ojalá supiera enseñarle a mi hijo lo que necesitará en el trabajo”. ¡Vecina, ya lo estás haciendo! Un estudio reciente de PwC confirmó algo que aquí sentimos en el corazón: las habilidades blandas —como la empatía o resolver problemas— se aprenden mejor en interacciones reales, no solo en aulas. Y eso es justo lo que ocurre cuando nuestros pequeños construyen pistas de carreras con coches de juguete o reparten chuches en el cumpleaños del barrio.
Piensa en esto: cuando tu hijo insiste en organizar un “restaurante” en el salón con manteles de papel, está entrenando para su primera entrevista de trabajo. ¿Por qué? Porque practica atención al cliente (¡sí, incluso con ositos de peluche!), gestión de imprevistos (cuando “se acaban los helados”) y trabajo en equipo. ¡Es como aquel estudio que mencioné! Mostró que hasta para adultos, aprender en entornos prácticos (como la realidad virtual) es más efectivo que teoría en clase. Pero para nuestros niños, el juego es su realidad virtual: allí ensayan el mundo sin presión, con risas y limonada de juguete.
La Magia de “Más Vale Pájaro en Mano”: Cómo la Cultura nos Guía

Nosotros, los españoles, tenemos un don para encontrar alegría incluso en días nublados como hoy. ¿No es cierto que en la sobremesa, mientras el café se enfría, surgen las mejores conversaciones? Pues esos momentos son el entrenamiento secreto. Entre un bocado rápido de kimchi casero y unas tapas, aprovechamos para comentar ideas con mi hija. Cuando le preguntamos a nuestro hijo “¿Qué harías si hoy lloviera en Marte?”, no es solo un juego: le damos herramientas para pensar fuera de la caja, algo que valoran hasta en esas cartas digitales de la plataforma sobre innovación.
Recuerdo un domingo reciente: jugábamos al fútbol en el parque cuando se unió un niño nuevo, muy tímido. Mi hija, sin pensarlo, dejó su puesto de portera para que él guardara gol. ¡Ahí estaba la sostenibilidad que tanto se habla hoy! No como concepto abstracto, sino como empatía práctica: “Si todos jugamos juntos, la diversión dura más”. Eso es lo que debemos cultivar: que sientan que pertenecen a una comunidad, porque un joven que crece rodeado de apoyo familiar y vecinal, como en nuestras plazas, lleva ya en el corazón esa confianza que ninguna plataforma virtual puede dar… aunque complemente.
Pequeños Pasos, Grandes Futuros: Tu Guía para Sembrar con Alegría

No necesitas cursos intensivos ni presionar a tu hijo con lenguajes técnicos. Basta con convertir lo cotidiano en aventura. Con solo 100 m de distancia, aprovechamos esa breve caminata para charlar de mil y un proyectos, desde robots hasta recetas familiares. La próxima vez que caminen al colegio:
- Transformen el trayecto en “reporteros”: “¡Mira! ¿Qué innovación propondrías para que este parque sea más divertido?” (Así practican pensamiento crítico como en esas cartas digitales).
- En la merienda, hagan “entrevistas”: “Si fueras dueño de esta chocolatina, ¿cómo la venderías?”. ¡Risas garantizadas y lecciones de comunicación!
- Cuando vean noticias: “¿Cómo resolverías este problema tú?”. Una niña de Madrid me contó que su padre, al ver el reciclaje en las noticias, propuso crear “superhéroes de la basura”. ¡Resultado? Ahora lleva su propia bolsa al mercadillo.
Lo más hermoso es que esto no consume tiempo adicional. Es como nuestra tradición de pasear los domingos: mientras disfrutamos juntos, sembramos seguridad. Porque cuando un niño aprende que sus ideas importan —desde cómo organizar el Lego hasta cómo ayudar a un compañero—, está construyendo ese currículum invisible que ningún empleador podrá ignorar: el del corazón valiente.
La Esperanza que Camina con Nosotros: Un Abrazo para el Camino
Hoy, bajo este cielo nublado de septiembre, quiero recordarte algo: no estás solo en esta aventura. Todos los padres que veo en el parque, en la puerta del colegio, en el mercadillo, llevamos el mismo sueño en el bolsillo. Queremos hijos que crezcan con raíces fuertes y alas ligeras. ACCA ofrece herramientas para el mañana, pero nuestra misión es hoy: en cada “bien hecho” susurrado al terminar un rompecabezas, en cada “¿quieres intentarlo de nuevo?” tras un castillo de arena derrumbado.
Como decimos en España con cariño: “Al mal tiempo, buena cara”. Pero yo diría: “Al futuro incierto, corazón seguro”. Porque cuando nuestros pequeños aprenden que el error es parte del juego (¡como cuando la tortilla se pega en la sartén!), llegan al mercado laboral no como máquinas perfectas, sino como personas auténticas. Y créeme, vecino: un joven que sabe reírse de sus torpezas mientras propone soluciones… ¡ese es el talento que el mundo buscará!
La mejor preparación para el futuro… es un presente lleno de amor.
Así que sigue caminando de la mano de tus hijos, disfrutando estos años de preguntas sin fin y abrazos espontáneos. Porque la mejor preparación para el futuro… es un presente lleno de amor. ¡Y eso, amigo, es un sabio que hasta las nubes grises celebran!
¿Te imaginas qué nuevas ideas nacerían si el camino al cole fuera un laboratorio creativo? Así, cada paso, cada juego y cada idea compartida nos acerca al futuro que soñamos. ¡Empecemos hoy mismo!
Source: ACCA launches virtual skills platform to aid newcomers in job preparation, Theaccountant Online, 2025-09-17
