Nosotros: los que buscamos migajas de calma en medio de la tormenta digital
Hay un instante, cuando los niños ya se han dormido, que nos recuerda algo importante. En esos momentos callados, percibimos cuántos abrazos pendientes, cuántos juegos postergados, nos ha robado la rutina. ¿Sabías que el 72% de los padres sienten preocupación por cómo el uso de la tecnología nos afecta? ¿Qué pasaría si pudiéramos, sin culpa, convertir esas herramientas digitales en cómplices de nuestros momentos familiares? La respuesta está en cambiar nuestra manera de mirar la pantalla…
La tecnología que nos enseña, como una tía sabia
Imagina esto: la mañana del martes parece un desfile de caos, pero en la cocina de tu hogar está ocurriendo algo pequeño pero importante. Con la tecnología bien aplicada, podemos organizar automáticamente las compras semanales o el calendario de actividades escolares.
¿Y sabes qué es lo mejor? Que todo esto nos lleva a usar esas funciones para apagar ciertas alertas. Así, sin que nos arrebate la tarde, podemos crear espacios de juego espontáneo, cerrando suavemente la puerta a las distracciones.
Equilibro digital: la inteligencia que nos permite apagar, no encender más
Hay una verdad que compartimos todos los padres: la tecnología que más nos ayuda es la que nos permite presionar el botón de ‘apagar’. La que nos dedica, simplemente, a mirar la cara de nuestros hijos pequeños mientras comen helado.
¿Sabemos que el 85% de las familias encuentran que los momentos sin tecnología son los que más recuerdan?
Necesitamos esos momentos de silencio digital compartido. ¡Solo así se construyen los recuerdos que brillan!
El poder de quitar, antes de añadir, en la familia
Aquí, el secreto: mirar con ojos suaves las cosas que nos roban tiempo de manera silenciosa. ¿Cuánto tiempo pasan los niños pequeños buscando, configurando en las redes? A nosotros nos pasó que una tarde, al activar el bloqueo, mi hija se puso a construir un castillo de bloques que duró horas. ¡La tecnología, bien usada, echa un cable y quita peso de encima! Una idea: incluir, de manera conjunta con los niños, el proceso de definir los límites. Los bloques de tiempo en las pantallas disminuyen, naturalmente, la ansiedad. Y más importante: la tecnología debe ser un medio para compartir, no para controlar.
Las pequeñas semillas: cómo empezar a recuperar tiempo hoy
¿Qué tal si hoy, en la cena, proponemos una idea: las próximas tres horas, juntos, sin tecnología. Mientras, configuramos juntos las rutinas que nos permitirán crear espacios de calma.
Establecer un bloqueo automático en las aplicaciones que más roban tiempo – en las horas de la familia. Al final, se trata de eso, ¿no? De que la tecnología nos ayude a construir esos recuerdos que de verdad importan, los que se quedan grabados no en la nube, sino en el corazón.
Fuente: Enhance Marketing Efficiency, Salesforce Trailhead, 2025-09-27